lunes, 7 de enero de 2008

Cosas que pasan en los baños en el 2008



Obra: Mujeres en el baño
Dirección: Mariela Asensio

Sábados 23:00hs, domingos 21:00hs. Espacio Callejón. Humahuaca 3759. Entradas $20/ $15 estudiantes y jubilados. Reservas: 4862-1167

Interprétes: Carolina Tejeda /Josefina Lamarre/ Cecilia Rainero/ Leticia Torres/ Raquel Ameri/ Eugenia iturbe.


Mis amigas en el baño suelen entre otras cosas tomar viagra femenino, chatear con sus nootbooks buscando hombres, algunas aspiran cocaína, otras fuman habanos o canabis, también hablan por celular con sus parientes o mandan mensajes a lo perro, se cortan las uñas crecidas de días, se sacan la cutícula con un escarbadientes, o se miran los vellos de abajo de los brazos por que decidieron no depilarse.

Mis amigas en el baño se miran al espejo hasta que se les deforma la cara, se revientan granos con pus, lustran las canillas mientras amansan sus neurosis, leen libros que les parten la cabeza, cambian las cortinas pasadas de hongos mientras critican a nuestra presidenta u opinan de deportes, sacan los pelos del bidet mientras me recomiendan un disco y mateamos, secan el bao de los azulejos y limpian el excremento pegado de días en el fondo del inodoro.

Mis amigas no se preocupan por la maternidad, en el baño leen a Foucault, piensan en viajar y no quieren hacer mucho, pero si tener plata. También a veces mis amigas eligen pensar en nada y permitirse una breve pausa mientras el tiempo se esfuma hasta golpear contra el techo.

Mis amigas mean con la puerta abierta, se cambian el tampón o la toallita delante mío y a diferencia de las mujeres de Asensio no se preocupan por que los novios las dejan y se llevaron el ventilador, por que obviamente son precavidas y pagaron el aire acondicionado en cuotas, por que la soledad y el verano suelen ser fatales.

Mujeres en el baño, es la primera parte de un tríptico creado por Mariela Asensio donde una vez más como en estos últimos tiempos en el teatro independiente la mujer es la protagonista.
En esta primera entrega de mujeres en 3 D, Asensio adopta un lugar determinado para hablar de la mujer, que resulta vistoso, efectista y musical. A partir de una sucesión de enunciados nos enteramos, (aunque ya lo sabíamos), de cosas que las mujeres hacen en el baño, que a decir verdad en muchas coinciden con las que hacemos también los hombres.
El espacio elegido para contar historias humanas como hace referencia en el programa de mano, muta por obra y gracia de un muy buen elenco de nivel parejo, aunque es de destacar la labor de Josefina Lamarre, acaso la más completa de las actrices, canta, baila, ejecuta un instrumento y actúa deslumbrando con su presencia escénica. Las actrices encarnan a un grupo de mujeres, a mi criterio ya minoritario a esta altura de las circunstancias, teniendo en cuenta que vivimos en un mundo donde la mujer cada vez está más comprometida con su condición y trasciende ciertas cuestiones que aparecen en la dramaturgia de la obra.
Asensio opta por darle valor a problemáticas como la bulimia, la histeria femenina, los abandonos, las obsesiones, el deseo, los hombres y el sexo, temas aparentemente perdurables en el tiempo. Sus mujeres cantan, bailan, sollozan, se arrastran, gimotean, lloran y transpiran la camiseta durante la hora que dura el espectáculo y permanecen durante la mayor parte del tiempo en el escenario interactuando entre ellas, cumpliendo efectivamente con lo que se proponen.
Estas mujeres 2008 marca Asensio, se masturban, lo explican de forma divertida, conocen su cuerpo, revelan sus sentimientos y reacciones, sus mecanismos de acción y hacen alarde de todo esto con seguridad y desparpajo. Tiran las siliconas por el aire y se depilan con maquinitas eléctricas. Fuman y cantan la isla bonita de Madonna acompañadas por un charango. Largan agua por la boca. Se ríen irónicamente, se maltratan entre ellas, y se emocionan.
La escenografía, la iluminación y la música ejecutada en vivo en algunos tramos, al igual que el vestuario son muy buenos y acompañan la propuesta de forma correcta denotando profesionalidad y dejando en evidencia el buen uso del premio “S” recibido por la directora para la producción de la obra.
Si hay algo para criticarle a Mujeres en el baño, es el no desarrollo de temas que propone, quedándose así en la simple enunciación de los mismos y en la superficie de algunas de sus ideas y tal vez el cliché en la forma de abordar cuestiones archiconocidas que a mi entender están algo agotadas y ya no son novedosas, podríamos añadir que usa un esquema de puesta fragmentado que me recuerda a fórmulas y dinámicas ya vistas y probadas, y que no aporta demasiadas sorpresas.
Después de hotel melancólico Asensio arriesga y elige montar un espectáculo coral, que por momentos y en algunas situaciones en particular resulta predecible, que comienza lleno de fuerza poética y visual y de detalles interesantes, pero que a lo largo de los minutos comienza a situarse en cierto terreno de repeticiones que no lo favorece y lo debilita en algunos pasajes.
Tal vez podría ser un espectáculo más sensible o comprometido, que emocione al espectador, o lo sacuda, pero en apariencia la directora elige fusionar música con coreografías furtivas como ella las denomina, varios cambios de vestuario, un ritmo vertiginoso y algo de humor, mostrando a chicas que en el 2008 todavía se preocupan por temáticas que si bien siguen siendo universales, a mi parecer ya dejaron de conmover lo suficiente por que fueron remplazadas por temas más descarnados que la realidad nos obliga a ver día a día. En los baños pasan más cosas de las que nos imaginamos, en el de Mujeres en el baño ideado por Mariela Asensio hay un show disfrutable y bien hecho, pase el que guste y el que no quiera que se vaya a un baño público.

Martín Marcou
martinmarcou@hotmail.com

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