lunes, 24 de marzo de 2008

MUESTRAS FOTOGRAFICAS

EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA

(Recomendaciones)

Muestra Fotográfica I

AUSENCIAS

Del 26 de febrero y hasta el 30 de marzo, Gustavo Germano, Argentino, nacido en 1964, residente en Barcelona, está exponiendo una serie de fotografías emotivas y de gran sensibilidad. La muestra es una contribución presente contra el olvido y la negación del pasado. Combina el pasado y el presente del despojo de un ser querido, la ausencia forzada por la represión política que el 24 de marzo de 1976 se instauró en Argentina a través de la dictadura militar más perversa de toda la historia nacional. Sus fotos son las memorias de dichas ausencias. Un acto creativo y de gran compromiso humano.


Muestra Fotográfica II

LO QUE SE VE

Hasta el 20 de abril, podemos apreciar el trabajo de la fotógrafa argentina Adriana Lestido, que a través de sus imágenes critica a la sociedad desde su condición de mujer en un país machista, a través de ellas interroga el mundo en el que vive. Cuestiona lo cotidiano, revela lo real y exige un análisis de las situaciones. Logra registrar momentos extremos, intensos, la relación entre individuos, el estado del mundo en torno a casos particulares. En lo personal recomiendo las fotografías de la mujeres en prisión y la rara simplicidad que aparece en las imágenes dedicadas a la relación entre madres e hijas.

Abajo el semental todopoderoso


Sucio

(Premio Clarín, espectáculo del circuito Off)

Viernes y sábados 23:30hs
El cubo. Zelaya 3053. Abasto
Teléfono: 4963-2568
Entradas: $25
Con: Guillermo Arengo, Carlos Casella, Juan Minujin
Dirección: Ana Frenkel, Mariano Pensotti



La sala El cubo tiene capacidad para aproximadamente 300 espectadores. La noche que asistí a presenciar Sucio llovía sobre la ciudad de Buenos Aires. Para mi asombro la sala a minutos de comenzar la función estaba repleta. El programa de mano que entregan no hace referencia alguna a la síntesis argumental de la pieza, ni a su temática. No leí previamente de que venía lo que iba a ver. Últimamente estoy en búsqueda de espectáculos que escapen en sus discursos de lo socialmente impuesto por una heterosexualidad normativa y obligatoria, estoy necesitando intervenciones disidentes, divulgaciones poéticas que se corran de los lugares comunes, para darle paso al desenfado, y una ideología más vinculada con lo emblemático en cuestiones de identidad, género, vínculos, sexo, etc, en fin, en la vida y sus múltiples y variados motivos.


¿Algo sustancial? ¿Con contenido? ¿De que tipo? Supongo que estoy necesitando en el intangible panorama teatral, nuevas visiones, temáticas, estéticas. Miradas crudas, reales, arriesgadas, manifestadas como reproches que lleven a diversas (de diversidad) formas de reflexión, ver al hombre intuyendo y construyendo su relación con el mundo a través de sentimientos más directos y viscerales, menos esteriotipados. Creo que la época actual en la que existimos merece nuestro particular interés, y los artistas tenemos una herramienta por demás poderosa al tener la capacidad de crear para contar y de contar para crear. A veces al asistir al teatro, tengo la impresión que se mira para otro lado, que cada cual se cree el cuento que quiere creerse y que hay un descompromiso generalizado con la autocrítica y un compromiso a ultranza con pertenecer, por estar en la boca de todos, ¿frivolidad? El precio que se paga por pertenecer es muchas veces la repetición, la imitación, el plagio a merced de la despersonalización, el apostar por la fórmula probada y los más importante; el dejar de lado los valores genuinos que nos ofrece la autenticidad, con todo el peligro y el placer de libertad que esto conlleva.


Dentro de los aciertos de Sucio se puede mencionar la mirada impiadosa que desde el discurso refiere a algunas de las actitudes más comunes de un hombre machista, ahí es donde la obra alcanza tal vez el mayor nivel de riesgo narrativo, eso está intensificado y puesto en juego por ejemplo en la (in)comunicación telefónica que establece el personaje de Juan Minujin con su padre ante quién debe mostrarse fuerte y “masculino”. Hay una satírica parodia sobre lo que él hombre debe o no debe hacer según la mirada social, para considerarse un hombre. También podemos destacar dentro de la dinámica de la creación de esta pieza, la escena “Homosexual”, que lleva a cabo Carlos Casella junto a un perro de peluche gigante, el mérito de la situación radica en el principio de relación que se genera entre la acción que desarrolla el actor y el que mira, que al iniciarse la escena puede resultar grotesca, pero con el correr de los minutos llega a incomodar y generar asombro generalizado del público, se devela ante la mirada del espectador un mecanismo más complejo del que en apariencia se muestra, hay elementos en juego en el orden de los sexual que me gustaron, me angustiaron y me hicieron pensar en la soledad del individuo y sus miserias, creo que es una escena que cala hondamente. Es masturbatoria, morbosa y divertida a la vez.


Los momentos musicales también son de gran impacto, sobre todo la primera canción de interpretada por Casella quién lleva la voz cantante del grupo y por supuesto la versión libre que realiza del tema de la película “El guardaespaldas”. También suma color y vistosidad el baile que desarrolla Guillermo Arengo con el televisor en la cabeza. (Particularmente me encantó)
Los rubros técnicos son muy buenos, principalmente el diseño de luces, que es interesante, funcional y logra apropiarse del espacio físico de ficción planteado para contar esta sucesión de cuadros entretenidos, que valen para que los personajes saquen a relucir sus trapos sucios en esta particular visión sobre el universo masculino, La mujer se halla físicamente ausente de la representación por que ahora el hombre lava la ropa que ensució y después debe volver a ponerse, el hombre que dice en esta obra está desvalido, vulnerado, quebrado y habla desde su humanidad. La obra plantea otra visión del hombre, una diferente a la tan conocida del semental todopoderoso, por eso vale la pena verla, la recomiendo.

Martín M

¡Me parece que vi un lindo gatito!


Sobre el Gato que pesca de Gastón Cerana

Con: Hernán Muñoa, Diego Alcalá, y Horacio San Yar

Teatro: La Comedia - Rodríguez Peña 1062
Ciudad Autónoma de Bs.As
Días y Horario: Viernes y sábado - 21:15 hs
Hasta el 30/06/2008
ENTRADA $25
El gato que pesca es uno de esos espectáculos, que al verlos, es probable que ocurran dos cosas, acepten la convención automáticamente y se sumerjan de lleno en la propuesta, o que les genere una distancia y solo esperen a que la pieza termine. En mi caso seducido nuevamente por el rito sagrado, con ganas de convite teatral, fui predispuesto a ser atravesado por esta metáfora sobre las relaciones humanas según reza la gacetilla de prensa, con deseos de comprender que era aquello de la fábula de la leyenda.

Al ingresar al espacio donde se desarrolla la acción, agudizando la mirada podemos darnos cuenta que el espectáculo ya empezó aún antes de que nos terminemos de acomodar en la silla de la sala 2 del teatro de La Comedia. La iluminación es tenue y allí están dos de los intérpretes metidos de lleno en lo que quieren contarnos, ellos junto al actor 3, narraran y representarán la historia alternadamente. Una especie de farsa, por citar arbitrariamente un género, donde lo más importante no es la historia en si, si no como funciona, ya que es una nueva excusa para hablar de cuestiones más importantes, como las que refiere su director en el programa de mano, que hablan entre otras cosas, de no hacerle al otro lo que no nos gusta que nos hagan, o instándonos a creer, a no abandonar el imaginario de los sueños, también refiriendo sobre la idea de que todo lo que va, tarde o temprano vuelve.

¿Por qué me gusto? ¿Por qué debería recomendarla?
Por que El gato que pesca no es una obra pretenciosa, pero sin embargo desde su simpleza es eficaz, en cuanto a su discurso enrevesado en apariencias, hace que la obra sea certera y a la vez divertida, emotiva por momentos, graciosa, dinámica y disparatada en algunas secuencias.

Hay tramos de la obra que están muy bien constituidos y llevados a cabo con rigor por los actores. La labor de Diego Alcalá es sobresaliente, juega varios roles y de todos sale airoso, canta y baila, es completo y además transmite verosimilitud. Muñoa y San Yar, tienen buenos momentos, pero sus creaciones tienen pequeños deslices, que si bien no afectan el resultado general de la obra, le quitan un poco de brillo en algunos pasajes.
Los rubros técnicos son funcionales a lo que se cuenta y el modo en que son utilizados es correcto.
Tratando de hacer memoria no recordé la artesanía que se vendía en el puerto de frutos de El Tigre y en algunos bazares como cita el autor en su programa de mano, ni el precio del adorno, ni pude imaginármelo como amuleto de la buena suerte para las personas, pero si este fue el disparador que dio origen a esta fábula, entiendo que lo más importante, más allá del punto de partida, es el resultado y el modo en el que llega a la gente. El planteo sobre la posibilidad de la reencarnación del alma una y mil veces en una misma vida. La forma en la que el ser humano aprende sus relaciones a través de la interdependencia y la libertad del individuo, son temas universales, actuales, con los que uno no deja jamás de identificarse, el abusador, los maltratos, la hostilidad y la perversión están a la orden del día, al igual que "los licenciados" y estafadores, todos somos parte activa de una sociedad y tal vez la obra refleje un poco todo aquello que nos atemoriza y nos circunda.
Martín M

lunes, 17 de marzo de 2008

En breve


Tortita de manteca



(Ruidos turbios que se arrastran)


Con las actuaciones de Checha Amorosi y Valeria Actis, un nuevo espectáculo de Martín Marcou

Melodrama homosexual sobre el universo lesbico. Una mirada con sustancia sentimental, llena de resquebrajaduras emocionales, dentro de un contexto opresivo y descolorido, donde la ausencia y el desamor, se miden en un encuentro esperado.

Seleccionada para participar del 2º Festival Internacional Fintdaz 2008, a llevarse a cabo entre el 21 y el 25 de octubre en Iquique, Chile.